Amar. Un verbo que lo envuelve todo.
Cuando estoy contigo me siento plena. Mi pecho se llena de amor y de felicidad, tanto que humedecen mis ojos. Soy completamente feliz.
Te amo sinceramente, honestamente, alegre y ardientemente.
No tengo nada que esconderte, pues tú de mí todo lo conoces.
No hay culpas, no hay temores.
No hay límite para amarte, mi entrega es total.
Claro, no todo es así.
Hay días en que la ansiedad, el trabajo y las miles de ocupaciones que tenemos nos nublan.
Pero eso también nos hace apreciar mucho más los momentos de armonía.
Cuando miro tus ojos, leo tu sonrisa y tu los míos, y tú la mía, no hay nada más en el mundo, y se siente eterno.
Me ofrezco y me entrego porque así lo decido, porque es mi deseo.
Ni más, ni menos. Ésta soy yo.
1 comentario:
Qué lindo.
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