Andrea en su blog hace una justa revisión sobre nuestra autodenominación, nosotros los que desescolarizamos, homeschoolers, educadores en casa o en familia, y acuña un término que creo que se ajusta muy bien: La educación casera.
No hay una receta única, no hay dos familias que eduquen igual. Así como una sopa de verduras, cada uno la prepara diferente, algunas veces quedará un tanto insípida, otras pasada de sal, pero lo que no se le puede quitar es el trabajo manual y la emoción que lleva impresa.
La educación casera es para mi una fórmula artesanal, donde cada obra es hecha con tiempo, atención, con conocimientos heredados, con las manos, sobre medidas, con ideas propias, con humildad, con amor. Y no hay dos iguales.
Carece de protocolos, formas únicas o prefabricadas, se puede modernizar, se deconstruye, cambia, evoluciona. Se ajusta a particularidades e individualidades.
Educación casera. ¡Me gusta!
3 comentarios:
Muy bonito lo que dices, me gusta mucho el término como le dije a Andrea en su entrada, y describes muy bien esta educación casera.
Te echamos de menos ayer en la conversación.
Besos,
Lo dices harto más bonito que yo. Me gusta esto de: " cada obra es hecha con tiempo, atención, con conocimientos heredados, con las manos, sobre medidas, con ideas propias, con humildad, con amor. Y no hay dos iguales"
Hola Silvia. Mucho trabajo, mucho cansancio y poco tiempo. Cuando me di cuenta ya era tarde.
Andrea, viniendo de ti es un honor.
Gracias y un abrazo chicas.
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