miércoles, 22 de febrero de 2012

Adolescencia

En los últimos meses varias personas me han hecho el comentario de "Cómo está Iryna de bonita!" y aclaran que no solo físicamete sino que es una bella persona. Y sí, está muy linda. Creo una de las cosas que más ha ayudado a que mi niña grande tenga esa proyección hacia el mundo es que ha aceptado muchas cosas de sí misma, de su familia y de su vida, que alimenta sus sueños  y vuela en sus pensamientos pero a la vez tiene una buena conexión con la tierra, aunque aun no ha decidido qué caminos andar, sabe dónde está parada y se conoce cada vez mejor.

Claro, como todos tiene sus momentos, pero en general nuestra convivencia es tranquila.

Este domingo en casa de mi madre salió el mismo comentario de boca de mi madre y yo le decía que una parte de eso ha sido las horas y horas que nos sentamos con ella a conversar porque Fabián, Iryna y yo nos hemos puesto muchísimas veces a hablar de muchísimas cosas que le pasan, que nos pasan, que nos pasaron y que les suceden a otros. Mi madre me responde "pues claro, es que si ella se deja hablar..." y yo como hija de mi madre no puedo evitar sentir la espinita en el comentario... Afortunadamente no fui yo quien respondió sino Fabián, quien le dijo que hay muchos padres que esperan que llegue la adolescencia para hablar con sus hijos, y que no pueden dar por hecho de que justo llegando a este momento de su vida, cuando nunca antes les han hablado, los chicos los escuchen, que con Iryna hemos hecho este ejercicio toooda la vida.

Aunque siempre será un momento de crisis personal en nuestro mundo contemporáneo, para nosotros la adolescencia de Iryna ha sido muy tranquila, nada que me haga decir algo cómo "la peor época con mi hija - ó - es que los adolescentes son terribles" (palabras de muchas madres, incluida la mía ;)

Además del hablar y escuchar creo que hay varias cosas que han ayudado para que su adolescencia sea lo que ha sido hasta ahora: delegarle responsabilidades de la casa y ayudarle a que las cumpla es un punto importante. El hecho de que haya elegido sus actividades, su ballet y su música, y que ella responda directamente con eso (no por intermedio de "un acudiente") cumpla con los horarios y con las tareas con autonomía y motivación propia, es otro punto a favor. También eso le ha dado libertad, tiempo para compartir con mucha gente fuera de la casa, tomar transporte público, aprender a moverse con seguridad en una zona de la ciudad, administrar su dinero para pasajes y almuerzo. Poner límites ha sido también importante para nosotros, hay muchas personas que dejan libertad total, pero nosotros creemos que es importante el respeto por los otros, por sí mismo, por el espacio, por el tiempo y eso, a nuestra manera de ver, implica límites.

La veo y pienso que aunque he cometido muchísimos errores, tampoco lo he hecho tan mal ;)


lunes, 13 de febrero de 2012

Transformación

Por las historias que he escuchado de otras familias que educan en casa, me atrevo a decir que una gran parte de nosotros, especialmente quienes desescolarizamos, iniciamos un homeschooling con horarios y materias o áreas de conocimiento, horarios que al ponerlos en práctica tal vez funcionen un breve período de tiempo pero que con el pasar de los días se va enredado, los tiempos ya no se ajustan por muchas razones y así el horario se va esfumando. Y comienzan otras búsquedas, tal vez buscando trabajar por proyectos, haciendo lapbooks, etc. Y pasa el tiempo, algunas cosas funcionan y se quedan y otras se archivan con la idea de retomarlas en un futuro, tal vez. Y vamos aprendiendo a confiar en que los chicos aprenden de todo, de todos y todo el tiempo, y así nos vamos relajando (cada cual en la medida de sus ideales y de las presiones sociales cercanas ;) y entramos a combinar espacios de unschooling (donde dejamos a los niños en libertad con su tiempos, sus juegos e intereses) con espacios de homeschooling (tutores, clases, experimentos, proyectos).

Hay algunas familias admirables que se mantienen fieles a una u otra línea lo cual es realmente sorprendente, creo que yo no sería capaz de callar una sugerencia o una actividad a los niños, o vivir todos los días con un horario fijo.

Y los nombres y 'etiquetas' con las que nos autodenominamos también van cambiando. Al comienzo el término Homescholling iba bien con nosotros y es el nombre con el que, como grupo, nos llamamos porque al ser una palabra en inglés y ser uno de los primeros términos para nominar este tipo de educación fuera de la escuela pues es más fácil aceptarlo, nadie le pone muchos peros. Pero ya en casa o como familia, luego con el tiempo el nombre varía y qué difícil encontrar un término con el que cada uno quede completamente satisfecho:
  • Educación en casa: La traducción literal de Homeschoolíng, pero da la impresión de que solo se aprende en la casa (como espacios físicos) y los espacios externos no tienen cabida
  • Educación en familia: Me gusta más porque cuando se vive 24 horas hijos y padres inician otro aprendizaje super enriquecedor y aunque difícil a veces, maravilloso. Pero pasa lo mismo que con el anterior, no solo de la familia se aprende.
  • Educación casera: Surge como una propuesta de Andrea y me sigue gustando porque lleva implícito el hecho de que cada familia - casa, le pone su toque, su sazón a la educación.
  • Y hay muuchos más: Educación sin escuela (no me gusta por negación), Autoaprendizaje (se da todo el tiempo y en todos), educación autónoma, educación en el hogar...
 Pero luego de tanto tiempo hemos estado llegando a la idea de que el término "educación" no es el más adecuado... Wikipedia define educación como: El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Tiene otras tres acepciones, pero cuando pienso en educación (y creo que a mucha gente le sucede lo mismo) pienso en esa definición. De igual manera los sinónimos más ampliamente usados son instrucción, formación y adiestramiento, lo cual se construye desde la oposición: el que tiene el conocimiento vs el que no, el que dice lo que es correcto o incorrecto y el que debe aceptarlo... el niño (o el adulto) es un vaso por llenar, una arcilla que moldear... PUAJ!

Voy a arriesgarme a hacer una afirmación un tanto desfachatada: La experiencia lo demuestra, no podemos enseñarle nada a nadie, pero cada uno podrá aprender lo que desee. (y como madre creo que es bastante ajustado -por desgracia, jejejeje-)

Sin extenderme en lo anteriormente dicho, a lo que voy es que lo que hace la "educación" no es la instrucción, es el aprendizaje. El acto de aprender es lo que realmente cuenta. Es lo mismo que en la comunicación: alguien puede estar hable que hable, pero si no hay alguien que escuche y procese la información la comunicación no existe, sin importar que quien hable sea un gran erudito.

Así que con esta escueta hipótesis en construcción y en eterna discusión, creo que al autodenominarnos como homeschoolers, podríamos primar la palabra "aprendizaje" más que la palabra "educación". Aprendizaje natural, aprendizaje autodirigido, aprendizaje autónomo, aprendizaje vivencial, aprendizaje libre, aprendizaje colaborativo... Aprendizaje armónico en familia...

Creo que nunca nos pondremos de acuerdo, jejeje.

Os dejo con una foto (aunque de mudo hoy nada): "De excursión a la arenera"

miércoles, 8 de febrero de 2012

Lecciones de ética (¿?)

Por diferentes situaciones últimamamente hemos estado hablando mucho en casa de la confianza, de la mentira y de la honestidad. Y para ello me encanta la imagen de un cuento de Perrault "La sagaz princesa o la saventuras de Picarilla" que me parece un buen elemento que da una imagen fuerte y clara de lo que sucede cuando se hacen cosas que se saben incorrectas y se dicen mentiras.

El cuento, en resumen, habla de tres princesas, su padre sale de viaje y para asegurarse de guardar su virtud le pide a un hada construya tres ruecas de cristal, una para cada princesa, con la cualidad de que al cometer una falta grave esta se rompa. A cada princesa le es entregada su rueca y se explica su funcionamiento. Para mayor seguridad aun, son encerradas en una alta torre. Un principe vecino mal intencionado, se mete a la torre disfrazado.... El resultado? Las hermanas de Picarilla embarazadas y claro, las ruecas de ellas dos rotas...

Decimos nosotros que la confianza es una cosa muy fácil de perder y muy difícil de recuperar, y en muchas situaciones es como querer reconstruir la rueca de cristal, tal vez se pueda pero nunca será la misma. Asi mismo es la confianza.

Con los hijos nos enfrentamos con frecuencia a situaciones de mentirillas, y en cada uno encontramos formas diferentes de hacerlo, y es que con cuatro hay mucha variedad, jejeje. Hacerse el tonto o decir si si si, pero no hacer nada, una mentira perezosa... Bueno, todos la hacemos una que otra vez. Decir, ya lo hice y no haberlo hecho, esa es más complicada... Pero decir no fui yo y sí haber sido me parece la más difícil, porque es con la que más confianza se pierde.... Y casi siempre son mentiras por cosas simples, tontas, pero son para mí, las que más fracturan la confianza.

Así que con cada cosa que pasa lo hablamos entre todos, que cada uno tiene una confianza ganada por conocernos, por saber quiénes somos, pero que igual la podemos perder, fisurar o quebrar, que se amplía y se gana, con los demás y con uno mismo. Que un compromiso implica responsabilidad, asumir trabajo, asumir efectos y que una de las mejores formas de asumir la vida es con honestidad.

miércoles, 1 de febrero de 2012

La mamá de Cedric

Cedric es todo un personaje, para quienes lo conocen saben lo que digo y para aquellos que han leido algunas entradas anteriores han podido hacerse a una idea de que este chico es muy especial. De mis hijos se que él es quién más me vino a enseñar y a la vez es el aprendizaje más complejo para mí. Ocupa una gran parte de mi tiempo y de mi cabeza: busco alternativas, repaso las experiencias pasadas, repaso su nacimiento y desarrollo cada vez que alguien pone el tema, reciclo herramientas que no sirvieron en el pasado y procuro inventarme otras nuevas. Por él he llorado lo que por nadie más, por él he leído lo impensable, y la búsqueda no se detiene, y cómo hacerlo? No podría..

El mono es mi hijo DIS: tiene dislexia, discalculia, disgrafía, dispraxia, disfunción en la integración sensorial... él es DIStinto. Y no lo digo con el ánimo de etiquetar o de menospreciar, simplemente es la realidad, es lo que es.

Acaba de cumplir 13 años. Y me preocupa de muchas maneras, por ejemplo, me preocupa en sentido práctico porque: aun no maneja dinero ni operaciones simples, porque su lectura comprensiva es floja y la literal muy coja, porque a nivel motriz (aunque ha mejorado con sus clases) aun le queda muchísimo camino por recorrer. Así que me preocupa que su pull de habilidades no sean suficientes para que en un futuro pueda tener un trabajo y una vida propia, por sí mismo. Podéis decir que ya encontrará su fuerte, pero créanme que eso me genera mucha ansiedad e incertidumbre.

Me preocupa (y me ocupa muchísimo) desde la convivencia porque TODOS los días debo decirle lo que debe hacer, lo que no debe hacer, cuándo y cómo, porque si no lo hago simplemente no ocurre. Pensarán que lo he vuelto dependiente por la crianza que le he dado, pero créanme que no es por eso, tengo tres testimonios de dos piernas que lo acreditan (cada uno en su proceso, de acuerdo a su edad). Así que vivir el día a día con él no es fácil, nunca lo ha sido y ahora, en los albores de la adolescencia, con la iniciativa a priori de protestar por todo, la cosa se ha hecho más dura para mí. No estoy en plan de martir, nada de eso, solo digo que es agotador.

"Nadie sabe con cuánta sed alguien bebe" más o menos dice mi madre. Nadie sabe, excepto Fabián e Iryna, lo que es el día a día con Cedric, nadie más, ni mis padres siquiera que son tan cercanos saben lo que es llevar el día a día con él. Pero he sido juzgada, descalificada y criticada muchas veces, por mucha gente, y en verdad creo que nada de eso haya sido a lugar, porque nadie de afuera conoce mi día a día con él.

Entonces hay muchas cosas por resolver, pero entre ellas: cómo hacer que haga sus cosas de rutina diaria sin necesitar mi intervención? cosas como: bañarse, vestirse, lavarse el cabello, levantar la ropa sucia, peinarse, lavarse los dientes, sonarse, dejar las cosas en el puesto, cumplir con las responsabilidades de la casa como limpiar la mesa y sacar la basura ( y un largo etc)? Yo sé que todos los chicos olvidan de vez en vez hacer alguna de estas cosa, pero ¿todos los días, con 13 años ya cumplidos?

Hay algunas cosas que con Cedric que aun no terminamos de comprender o de saber, como por ejemplo, ¿hay cosas que no hace por pereza, porque no quiere o porque no puede? Esa es una incógnita aun no resuelta. Un problema que llegue a su vida es una oportunidad para evadir y casi nunca para enfrentar, tiene una tolerancia mínima a la frustración y no sentirse capaz de hacer las cosas (a pesar de que las pueda hacer y de que las haya hecho en una ocasión anterior) es una emoción que se dispara cada vez que se enfrenta a una nueva situación.

Sí, ha crecido en muchos sentidos pero leeeeentamente, así que en muchas cosas parece de 5 años, en otras de 8 y unas cuantas de 13. Una pregunta que me asalta es: Cuando tenga 40, 50 seguirá viviendo con nosotros?? Tengo curiosidad, pero solo el tiempo lo dirá. Si ha de estar acá, estoy dispuesta a ello, lo que no quiero es que a los 40 años aun tenga que preguntarle si se lavó el cabello con shampoo o si se cepilló los dientes. Se reciben sugerencias ;)

Me preocupa que solo siga instrucciones, es decir que si no se le dice qué debe hacer no haga nada (aparte de que las instrucciones también se le enredan...). Sí tiene iniciativas en algunas cosas, pero cómo hacer que se prendan en otras? Es eso posible?

Imaginen una persona de 20 años que no sepa leer bien, no sepa manejar dinero, se le dificulte seguir instrucciones y no haya descubierto cuál es su fuerte, en qué puede trabajar? Ese panorama me asusta y por ello, no puedo quedarme cruzada de brazos esperando que la vida pase. Es por eso que buscamos posibles opciones para que el mono se desarrolle y encuentre sus habilidades.

Una de las cosas que hemos pensado es retomar esos patrones antiguos de "el aprendiz" para que aprenda algunos oficios. Tenemos alguna cercanía a un jardinero y un panadero; la idea sería llegar a un acuerdo para que Cedric por un tiempo determinado (inicialmente) sea "adoptado", laboralmente hablando, por uno de estos personajes para que aprenda estos oficios y otros a los que podamos tener acceso. Y es una idea que me gusta mucho no solo para él sino para muchos chicos (ya hubiera querido yo tener oportunidades así de joven). Otra idea es montar algo así como una micro empresa familiar (sería mucho más viable hacerlo con otras familias HS), inventarnos un producto y movernos con ello.

La búsqueda no termina, el camino no se acaba.