viernes, 7 de junio de 2013

Humanidad

Como dice Fabián, cuando suceden cosas así uno siente que el tiempo no se ha perdido, que los esfuerzos no han sido en vano:

Iryna venía en un bus, se sube un hombre ciego, vestido sencillamente pero limpio, paga su pasaje, echa su cuento y pide dinero; luego que recoge unos cuantos pesos pide ayuda para bajar del bus. Quedan solo tres personas: dos mujeres adultas e Iryna. Ella ve que las señoras se hacen las desentendidas así que se para, toma al hombre del brazo, lo conduce a la puerta y lo ayuda a bajar. Se queda en la parte de atrás del bus ya que su parada estaba próxima. Una de las señoras se levanta y antes de bajarse le dice a Iryna: "¿Y a usted no le da asco tocar a ese señor?" A lo que Iryna le responde "¿Y a usted no le da asco ser tan insensible?" La mujer no responde y simplemente se baja del bus.

2 comentarios:

♥ meninheira ♥ dijo...

BRAVO IRYNA!! :)

Silvia dijo...

Gracias por compartir esto tan bello.