viernes, 26 de julio de 2013

Resentimiento

Este blog se ha vuelto una especie de confesionario, me siento cada tanto a contar las cosas que pienso, algunas que no quiero o no puedo decir de frente pero de las que quiero hablar. Esta es una de ellas.

Todos cometemos errores y dentro de ellos hay cosas de las cuales uno no se siente orgulloso. Yo fui de niña muy arrogante, la vida me dio duro y yo misma me di mucho palo para bajarme el ego y aprender a ser humilde (humilde pero no boba), creo que esa lección la tengo bastante adelantada.

El ego de querer tener siempre la razón nos lleva a hacer cosas realmente absurdas. Tal vez fue aprendido, eso de ni olvidar ni perdonar; uno de los castigos que me impartían era dejarme de hablar POR DÍAS, otro era recordarme por semanas algún error que había cometido. 

Con el tiempo he aprendido a aceptar y perdonar, creo que no se debe olvidar, porque olvidar es como no haber aprendido la lección. Cuando tengo un disgusto con alguien, al rato ha pasado, si es muy grande luego de dormir se me ha olvidado la emoción, puedo seguir pensando en lo ocurrido pero de una manera más racional. Cuando tengo un fuerte disgusto procuro soltar la emoción lo más pronto posible, quedarse con eso es como no sacar la basura, luego de un tiempo comienza a oler mal, y al final de cuentas el primer perjudicado es uno y de paso, podría afectar a más personas. No vale la pena.

Pero hay personas que lo hacen de otra manera, que guardan su ira, que la conservan y hasta la alimentan. Cual fogón de leña que conserva un tizón encendido, esperando el soplo que reviva el fuego de su rabia.

Algunas personas que conozco son así, lo curioso es que ellas fueron quienes hicieron la ofensa pero son quienes tienen el resentimiento, como un mecanismo de defensa, supongo. A la gente le cuesta mucho trabajo aceptar que ha cometido un error, excusarse y seguir. Prefieren seguir, pero pasando por encima de otro. En fin. Pero quiero hablar de alguien, específicamente

Alguien en mi familia sigue siendo así (que conste que no es mi madre). Prefiero no dar referencias exactas (aunque con el comentario anterior, ya las di...?). La intención no es acusar, solo reflexionar. Hubo un pequeño incidente, un mal entendido, ella tuvo una reacción cargada de ira, dijo cosas fuera de lugar, Iryna le contestó que lo que había pasado no había sucedido así, que ella siempre buscaba a quién echarle la culpa. Yo cogí mis chinos y me salí, tuve que devolverme (en la salida afanada se me quedó uno de los 4, entenderán ustedes, solo tengo dos manos) y ella soltó un comentario cuando entré, que a mi manera de ver y entender el mundo estaba completamente fuera de lugar, dijo que Iryna no podía hablarle así a un adulto, que ella era solo una adolescente que no sabía nada, que eso era una falta de respeto. Me cargó de emoción, no me contuve, me di la vuelta y casi al oído le dije "sí es una adolescente, pero en muchas cosas es más madura que tú" TOUCHÉ! No me pude contener, una respuesta que aunque cierta fue bastante infantil, solo me faltó sacar la legua, jajaja, lo siento, soy humana. Recuerdan este post? Surgió debido a esa situación. 

La cosa es que ha pasado más de un mes desde eso. UN MES. Y cuando la veo no me saluda, no se despide. Seré muy irónica pero eso me divierte, es que me parece tan, pero tan absurdo! Y prefiero reírme a "sufrir" por eso. 

Un mes saboreando su rabia, un mes guardando el tizón para soplarlo cuando me ve... Lo veo en sus ojos. Si ella quisiera podría enfrentarme, no sé qué la detiene. Nuestra relación ya está bastante porosa... Posiblemente no llegaríamos a un acuerdo, pero valdría la pena la discusión, al menos por su salud emocional.

Y me pregunto, ¿será que siente placer al alimentar la ira? ¿será que la ira le genera una falsa ilusión de poder? (Aquí entra la fanfarria y una voz nasal en off que dice "no se pierda nuestro próximo episodio")

5 comentarios:

Silvia dijo...

Amiguita Zinnia. No estoy aquí para saltarte consejos que además ni has pedido, pero voy a compartirte un poco mis pensamientos.

Hace dos meses, asistí a un estudio bíblico, el tema era el enfado, la ira, podemos decir también el resentimiento.

Nunca he visto tan claro que la ira merma la salud hasta física de la persona, que es un sentimiento destructivo y nos roba la felicidad y paz con uno mismo.

Ahora, del incidente... a mí me pasa que cuando es algo en que mis hijas están en medio, en que encima me las critican o insultan... pues me hierve la sangre, creo que la primera reacción, como dice la Biblia, de enfado, es normal, el cómo actuamos después, eso es algo en que todos tenemos libertad de elección.

Los hay que escogen vivir consumidos en la ira y el resentimiento... no es buena idea. Los hay que, conforme a nuestras creencias, dejamos ir esos sentimientos y restablecemos nuestra paz y armonía.

Cuando algo así me ocurre, me despreocupo y olvido de la otra persona, a no ser que estime que la debo una palabra, porque haya reaccionado yo también mal, aunque en mi caso me sintiera con causa y razón para contestar como lo hice. Le doy un cierre al asunto, y si consiste en dejarme de tratar con la persona, no es mala idea, pues aquellos que viven en ese estado de resentimiento, de enfado, de pelear, ¿qué nos aportan o qué nos comparten? Lo bueno es que podemos escoger amistades, y aunque familiares no los podemos escoger, no siempre tenemos que convivir con ellos, por fortuna.

Un abrazo, y que tengas un buen fin de semana.



Zinnia Muñoz dijo...

Sí, ahí tocas dos puntos claves. Cuando insultan u ofenden a nuestros chicos como dices, "le hierve a uno la sangre"... Lo otro es la gente, que si fueran extraños o "amigos" pues uno los manda a freír espárragos y no los vuelve a ver, pero cuando es la familia la cosa es más difícil... Yo me he alejado por épocas, evité los almuerzos dominicales y cosas así. Con el tiempo algunas cosas se relajaron y nos llevamos con unos sin mortificarnos. Pero con esta otra persona, la cosa es más compleja...

Hay varias cosas. Siempre he sentido que... cómo digo... que como soy la menor no me toman en serio, jejeje. Y también que tengo una forma de pensar MUY diferente a mi familia. Afortunadamente este ha sido un punto de crecimiento colectivo con mis padres, pero aun así, a veces ellos se cierran y no me quieren escuchar, y no es que yo los ataque o algo parecido, simplemente mi mirada frente a un problema puede poner sobre la mesa causas y consecuencias que ellos prefieren no discutir, no mirar. En fin a eso me he acostumbrado sin dolor. Pero eso con respecto a mis padres, con los otros creo que en ese punto no hemos avanzado casi nada.

Pero más allá de eso creo que en la relación hay muchos puntos de quiebre, que nunca pudimos construir una relación sana y sólida y pues esto que sucede parte desde allí. Y como dices, al ser familia pues no se puede escoger, cosa distinta con los amigos.

Por sanidad emocional yo trato de sacarle el cuerpo a ese tipo de cosas, por eso me salí, pero como decía, se me quedó un chico. Y ella dijo lo que dijo, y pues si de eso da, de eso recibe, ley natural. De momento no creo que ahí se pueda hacer nada en positivo, creo que pasarán muchos años para poder dialogar estas cosas, si llega el momento.

Un abrazo

Silvia dijo...

Así es Zinnia, cuando es familia estamos presionados por ello a intentar establecer al menos una relación llevadera, no es como alguien con quien no tienes por qué forjar una amistad. Y como familia que es esta persona, hay lazos comunes que nos obligan moralmente, aunque esté la persona muy mal, y sea muy infantil o déspota en su trato, como que uno siente que tiene que lidiar las batallas de alguna manera.

Al final, la verdad es que ella está mal, y está creciendo o endureciendo su corazón echándote a tí toda su basura emocional, ja ja ja. Me río pero es cierto, cuando alguien está tan mal, y uno está tranquilo, el simple convivir presenta problemas y posibles malas situaciones. Es un vivir ni contigo ni sin tí, ¿no? Y las situaciones comunes a ambas no ayudan tampoco, y no es cuestión de encerrarse en una cueva y detrás tus hijos. Lo bueno es que tu hija dice lo que hay que decir, y ella no se afecta tanto comu tú. Y quizá llegue un día en que esto la ayude a salir de su negatividad y poder dialogar y curar heridas y resolver malentendidos, o dejar vivir.

Entre tanto, disfruta de tener unos hijos tan maravillosos, y una Iryna tan linda y madura.

Zinnia Muñoz dijo...

Gracias por los elogios.

Jajaja! Me da risa un poco lo que dices, porque Iryna está entre triste y asqueada por todo lo que pasó y no tiene ni cinco de ganas de hablar con ella, lo mínimo necesario y ya.

En fin, aprendizaje para todos.

Olga Lucia Torres G. dijo...

Hola zinnia,me gusta leer tus articulos ya que me parecen tan sinceros y salidos del corazon, acerca de este quiero decirte que cada quien procesa de manera diferente las emosiones y los sentimientos, algunos se dejan arrastrar por la ira y la alimentan y otros lo descargan,o le elaboran su respectiva catarsis, en fin, quiero compartirte algo que dice mi esposo; él dice que cuando alguien dice o hace algo con la intencion de herirte, es como si te diera un regalo que tu estas en la capacidad de aceptar o rechazar.cuando lo aceptamos, quedamos envueltos en sentimientos desagradables con esa persona, cuando lo rechazamos, la persona que lo genera se las debe arreglar solo para procesar su propia amargura, porque no encontro a quien envolver con ella.
Espero que estas palabras te ayuden, hasta pronto.