jueves, 30 de septiembre de 2010

Carnaval XXII

Esta es nuestra respuesta al carnaval XXII propuesto por Laura, quien hace las siguientes preguntas:

¿Somos anti-escuela?
Para responder a la pregunta debemos antes definir qué es escuela. Con Fabián estamos de acuerdo en que la escuela es un espacio de aprendizaje e intercambio de saberes. Desde esa perspectiva, el proceso de educación casera es hacer escuela, y trasciende a muchos espacios, momentos y actores. Por lo tanto no somos anti-escuela. No estamos de acuerdo con la metodología por imposición que es la que generalmente se aplica en las instituciones llamadas "escuela", no estamos de acuerdo con el cómo y el qué se enseña, en la homogenización de conocimientos, en la imposibilidad de generar procesos individuales particulares ajustados a los intereses de cada individuo, en la negación de los conocimientos que existen en los chicos al considerarlos como un recipiente vacío el cual debe ser llenado.

Además de lo señalado anteriormente, hay muchas cosas que no nos gustan de "la escuela": las relaciones de poder mal llevadas entre profesores y alumnos, la invisibilización de los padres (excepto para pagar), los procesos socializadores de exclusión y burla entre entra alumnos, la poca vocación de muchísimos profesores, el papeleo absurdo a que someten a los docentes, las formas de "evaluación" a los estudiantes.


Nuestra escuela soñada sería aquella que le abra las puertas a cualquier área de conocimiento que cada chico desee explorar y acompañe ese proceso, que sea recursiva tanto en espacios como en personas, que incluya a los padres, que valore la importancia de las relaciones sociales y procure una convivencia respetuosa y alegre.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Zinnia, tu quieres ir a Summerhill. Jajajaja. ¿Compremos juntas los boletos?

(Maulina)

Zinnia Muñoz dijo...

Jajajaja! No sé si Summerhill... Hasta donde recuerdo la participación de los padres es muy limitada. No sé... después de haber tomado la educación de los chicos en nuestras manos no estoy dispuesta a soltarla facilmente, all menos en parte.

Espero que todos estos procesos que desarrollamos todas las familias entusiasmadas con la educación casera redunden en nuevas formas de pensar la educación y se generen nuevas formas, desde lo informal hasta lo "institucionalizado". Sembrar semilla para que en un futuro nuestros nietos tengan otras opciones.

Carmen Ibarlucea dijo...

Lindisimo Zinnia, que más puedo decir.

Sobre la propuesta de Andrea de ir a Summerhill, ... habría que pensarlo muy bien. A fin de cuentas es un internado y creo que en la infancia uno necesita de sus padres, sobre todo por que después la relación va a ser igualmente intensa, pero menos afectuosa si no has fomentado el vinculo.

Nosotros vivimos cerca de la escuela libre más antigua de España, Paideia, e ideologia libertaria, pero el horario es de 9 a 18 e incluye el desayuno y el almuerzo, a mi me parecían demasiadas horas de separación... y demasiadas comidas sin mis hijos, eso si nos dejaban entrar en la escuela a cualquier hora del día, proponer talleres, excursiones, o lo que quisiéramos y llevarlos a cabo nosotros mismos.

Bueno, no me enrrollo más, mejor escribo mi propio post ¿cierto?

Zinnia Muñoz dijo...

Summerhill lo leí hace tantos años que ya no me acuerdo muy bien. Tú confirmaste mis temores, es un internado y esa no es una opción para nosotros. Como tú dices, es mucho tiempo lejos carente de esa cotidianidad que es fundamental en eso que creemos es la "familia".

Y por favor mujer, habla todo lo que quieras! =D

Silvia dijo...

Ay, yo lo leí y me dejó super deprimida, es superfreudiano, y a pesar de que tiene algunas cosas que rescato, uff, fue un poco difícil de digerir.
Como diria Spinoza, este mundo real con sus defectos es mejor que el ideal porque EXISTE, y es un atributo que el ideal no tiene. Entonces tu ESCUELA, en tu hogar, es la perfecta, porque es la que existe para vosotros, y que quieres que te diga, es MUY BELLA.

Silvia dijo...

Summerhill fue concebida como un internado (como bien dice Ipe) para niños especialmente problemáticos que habían fracasado en coles tradicionales. Si es cierto que había unos cuantos niños que iban porque los padres querían, pero estaban en completo aislamiento de sus padres, y el escritor y director de Summerhill relata como era mejor que los hijos de las familias cuyas madres eran histéricas, o de relaciones que el dice eran torcidas freudianamente hablando, no pisaran su casa ni en las vacaciones. Habla de los relapsos de los que venian de tiempo pasado en familia.