Dejar el pañal es solo un paso más en el crecimiento de nuestros hijos y como tantas otras cosas de la crianza se ha convertido casi que en tabú. La información que encontramos es ambigua y siempre tenemos dudas del cómo y cuándo.
Recurrimos a la experiencia más cercana: Mi madre nos sentaba desde los 8 o 9 meses y dice ella que no fue complicado que aprendieramos, pero en realidad sus hijos abandonamos completamente los pañales hacia los dos años.
Recurrimos a nuestra propia experiencia: Con los mayores fue un proceso largo y con muchos "accidentes" Con Anuk no hubo tanto problema, simplemente ella a la edad de año y medio decidió que no quería más pañal. Aunque siguió mojándose esporádicamente hasta los tres años (por ver película se olvidaba de ir).
Pero la verdad es que no sabemos mucho al respecto. Así que con Líam tenía mis dudas de qué, cómo y cuándo hacer. Hace meses leí en la revista Criar un artículo que, en resumen, dice que el pañal se debe quitar cuando el niño esté lo suficiente maduro para controlar esfínteres. Entonces no me apuré. Compre el asiento de baño hace meses y duró mucho tiempo sin prestar uso.
Hace como dos meses el gordo comenzó a peliar con el pañal, cambiarlo era toda una batalla. Y tuve la sospecha de que ya estaba listo para el cambio, pero mi tiempo estaba enredado y esto quería hacerlo con paciencia, sin afanes. Entonces hace tres semana que retiramos el pañal. Primer día; charquitos van, charquitos vienen. Primera noche: tratamos deponer pañal y no se dejó; ni una gota en la cama. En la primera semana se mojó varias veces, de noche nunca, y sus deposiciones sin falta en el asiento de baño. Desde la segunda semana todo ha ido bien, ni un charquito, siempre avisa.
Y pienso, ¡qué maravilla! Ha sido una semana de trabajo de estar pendiente y ¡voila! Excelentes resultados. Tiene 2 años y 2 meses y ya no usa pañal. Algunos dirrán "¿hasta ahora?" otros dirán "¿tan pronto?", yo solo creo que fue justo el momento adecuado para él. Él estaba listo y yo tenía el tiempo y la voluntad para ponernos en ello.
Y esto me hace pensar que a veces como papás cometemos el error de querer que los chicos hagan cosas que aun no pueden o de no brindarles a tiempo lo que necesitan. Cada cosa en su momento y para cada chico. No valen odiosas comparaciones ni normatizaciones, la individualidad debe ser respetada. ¡Y mira qué buenos resultados logramos con ello!
3 comentarios:
Leo tu post y creo que el mundo no ha avanzado nada. Las mismas dudas que nos asaltaban a nosotros, las mismas lecturas, las mismas opiniones contrapuesta.
Felicidades por seguir su instinto.
Cariños inmensos,
Eso es lo que pienso, que ahorita tenemos muchísima información pero seguimos con la misma ignorancia. Han pasado décadas y siglos, investigaciones, conocimientos, pero como en lugar de compartirlo, mucha gente lo oculta...
Entonces nos estamos repitiendo? ;-)
Un Abrazote Ipe. Hablaste con Belén?
:) Qué cierto chicas. Parte que la gente lo oculta, y parte que por mucho que la información esté ahí, cada uno debemos digerirlo, experimentarlo en nuestras carnes, o racionalizarlo...A mí me pasó mucho lo que cuentas, Zinni, con solo dos. Con la mayor me pegué contra un muro, por más que lo intentaba ella a su aire sin ir al baño hasta que quiso, como son niñas me pareció que a los dos años y unos meses ya debía ser edad y comencé el circo de "entrenarla". Con la segunda ni me molesté y ella sóla sin accidentes nocturnos y con algún que otro incidente sin más problema, comenzó a los dos años a ir al baño sin más ni más. Ahora cuando oigo a las mamás que si empezar con "potty training" me sonrío y no es que lo oculte, es que no pienso que están en esta órbita. Les preocupa que llega la fecha límite de la guardería y sus hijos no van al baño solos y no se los van a aceptar. Yo a veces he soltado un "pues no lo lleves" pero hay quienes muestran curiosidad y quienes me miran como si fuera bicho verde.
Bueno, que ya te he dejado otra novela.
Besos Zinnia y aprovecho para también decirte FELICIDADES por tu opción, felicidades por tus hijos, por Iryna y por los demás, y que me alegro de que haya cuatro niños y dos padres más felices aprendiendo y creciendo en el hogar de forma "casera" como dice Andrea.
Publicar un comentario