miércoles, 5 de octubre de 2011

Maternidad Adolescente


En el periódico salió esta noticia y me devolví al pasado. Hay cosas de las que poco hablamos porque aunque haya pasado el tiempo y muchas heridas sanado, no son temas agradables. Yo fui madre adolescente. Iryna nació cuando  yo tenía 18 años. Aunque su padre biológico  era mucho mayor que yo, nunca "se cuidó", la que se ocupaba de eso era yo, con mis cortos 17 años y mi poca experiencia. La religión católica y la distancia formal con mis padres nunca permitió poner el tema del sexo sobre la mesa, el único consejo que recibí de mi madre era que la mujer debía llegar virgen al matrimonio (jajajaja, me disculparán, pero es que tal ingenuidad me parece bella y me hace reir). La instrucción que recibí en el colegio fue condón y píldoras, pero quién compra eso con su mesada de hijo?

Por mi olvido de ese día, supuse que era muy probable que quedara embarazada. Mis períodos han sido siempre muy regulares, así que cuando pasaron 10 días y no llegaba la menstruación, fui sola a hacerme la prueba. Ansiedad, sale el resultado: "positivo". Qué alegría que sentí! En ese momento no podía ni sentir miedo por el incierto futuro, lo único que sentía era la inmensa dicha de que iba a ser mamá, siempre lo había deseado, era el único plan de vida que tenía completamente claro.

Mi hermano participó por unos años en un grupo en contra del aborto, y del par de cosas que le debo agradecer a él es que me hizo ver las películas del grito silencioso y otro de abortos con inyección salina. El "padre" de la criaturita al recibir la noticia sugirió tomar aquel camino, a lo cual respondí categóricamente que esa no era una opción para mí.

Luego de pasada la primera alegre impresión, pasé a la angustia, la incertidumbre, la depresión. Pasan muchas cosas por la cabeza, irse de la casa ¿pero a dónde? ¿con quién? (curioso, pero no pensaba en irme con el 'padre' de Iryna) Pensaba que si tuviera alguien en otra ciudad... Y al final me sentí acorralada, sin salida, triste, sola, llorando y una tarde se acerca mi madre y me pregunta que qué me pasa.. y le cuento... espero que la vida me haya perdonado el haber hecho sentir tanto dolor a mis padres por mis errores. Mis padres son espectaculares, nunca han dejado de apoyarme, espero que las alegrías que les he dado en otras cosas y que les han dado mis hijos compensen y sobrepasen el dolor y la humillación que sintieron en ese tiempo. A pesar de que mi madre se quebró con la noticia, lo único que me mostró fue fortaleza, apoyo. Para mi padre fue una tragedia saber de mi embarazo. "Meter la pata" se dice aquí cuando una mujer queda  embarazada en un "momento no adecuado" Qué cosa! Algo que debería ser la mejor noticia del mundo, dependiendo de las circunstancias pasa a ser todo lo contrario. Aunque creo que pasa igual que con la muerte, nuestra reacción es aprendida, eso significa que puede ser modificada.

Yo miro atrás y lo que puedo apreciar con mayor nitidez es que él nunca me amó, fui "otra" de la lista, que le unía a mí la cama, pero más allá de eso nada. Con la presión de mis padres y buscando evitar la humillación familiar nos casamos por lo civil (¿por qué se casó él conmigo? lo que creo es que lo hizo para evitar una demanda o algo así porque no le hallo otra explicación). No entiendo cómo nadie salió a decirles a mis padres que el matrimonio para una nena de 18 años posiblemente no era la mejor opción. En fin. Comenzamos a buscar apartamento y nada se ajustaba ni al presupuesto ni a la calidad de vida que mis padres querían para mí, yo estaba bastante dispuesta a adaptarme a lo que fuera... miramos muchos sitios pero mis padres les dolía pensar en mí viviendo en espacios como los que vimos, así que fue un "pues viven en la casa" y así fue. Luego hay una historia de intrigas bastante desagradable, su ex llama a la casa y nos dice algunas mentiras a mi madre y a mí y otras a él (algunas de las cosas que decía eran verdad, como que era irresponsable y mujeriego) fueron meses de dolor que no vienen al caso. Lo único que vale decir es que se fue cuando Iryna tenía 4 meses. Simplemente un día no llegó y al abrir los cajones no había ropa.

Comencé a vivir sola cuando Iryna tenía 7 meses porque mis padres decían que ya con una nena debía hacerme cargo de ella y vivir como una familia, beba y yo. Y así fue. De los encuentros posteriores con su "padre" quedé embarazada de Cedric y cuando le conté, salió de mi vida como una mala película. Fue realmente un alivio.

Que la vida de uno es un antes y después de los hijos, total, más cuando tienes 18 años. Durante algún tiempo pensaba qué habría pasado de no haber tenido a Iryna, tal vez habría viajado, estudiado una maestría o doctorado afuera, como es la tradición de la familia, pero nunca imaginé nada más de eso. Renegar de la vida habría sido como renegar de mi nena y eso nunca lo hice ni lo haré. Que habría sentido menos dolor, pero ese parece ser el camino rápido de aprendizaje, me maduré a palo, a golpes, como decimos acá, pero todo fue fruto de las decisiones que yo misma tomé (con quién, cuándo y cómo). Pero, aunque fue difícil, ella siempre ha sido una luz en mi vida, una experiencia maravillosa de quien no dejo de aprender. De no ser por ella no sería quién soy, no viviría donde vivo, no pensaría como lo hago, no estaría mi esposísimo conmigo... Sería alguien completamente diferente, simplemente eso, diferente, ni mejor ni peor. Aunque en ese "ser yo" siento que todavía me pierdo... me faltó tiempo de adolescente para poder autodescubrirme, y ahora que estoy un pasito más allá de la primera crianza de mi chiquitín, siento que ha llegado el momento de hacer esa búsqueda, porque en ese sentido me miro y me siento de 18, tengo que decidirme, qué camino tomaré, el problema nunca ha sido ver caminos ¡veo muuuchos! En eso aun soy soñadora y volátil. He de decidirme por uno, ponerme metas y trabajar hacia ellas, aunque da temor 'errar los pasos', paraliza, tengo 10 años más de los que quisiera para comenzar esto... Espero seguirme encontrando...

11 comentarios:

Silvia dijo...

Zinnia, que el miedo no te paralice, verás que no podrá contigo, ja ja ja, y que tus sueños se cumplan, verás que sí. Y qué diez años de más, estás en la flor de la vida, una época en la vida muy muy energética y creadora, aprovecha!

Besitos amiga,
s

GAS dijo...

Siento mucho todo lo que tuviste que pasar, Zinnia, pero me alegro de que te haya merecido tanto la pena y ahora tengas esos cuatro hijos tan preciosos que te alegrarán la vida siempre.
A mí me da mucha pena que los adolescentes estén tan desinformados, que siga habiendo una brecha tan grande entre muchos padres y sus hijos llegada esa edad.
Otra cosa que a mí no me gusta nada es cómo se estigmatiza a las madres adolescentes. Tanto aquí en el Reino Unido como en España se las sigue tratando con muy poco disimulado desprecio. Ya no está mal visto por el tema de la sexualidad, pero estas jóvenes madres se ven como mujeres tontas que han caído en la trampa de una maternidad precoz y que ya nunca serán "dueñas" de su vida. Además, existe un componente clasista, pues suelen proceder de los sectores más desfavorecidos.
A mí todo esto me parece atroz. En primer lugar porque he conocido a muchas madres adolescentes que han sido maravillosas con sus hijos, y en segundo, porque tener niños a una edad más avanzada no garantiza una maternidad responsable, como vemos a diario a nuestro alrededor.
Lo que a mí me gustaría es que las niñas recibiesen todo el cariño, la información y la comprensión necesarios para que tomasen ellas mismas las decisiones sobre su vida.
Y al hilo de lo que hablabas... Seguro que ya lo sabes, pero realmente no te perdiste nada por no graduarte ni sacar maestrías en el extranjero ni nada por el estilo. O sí. Pero en cualquier caso, fíjate todo lo que has aprendido y todo lo que te han enseñado tus hijos y tu pareja y todo lo que has crecido como mujer y persona... ¡Eso no lo da ninguna carrera!
Si decides estudiar algo reglado o dedicarte a cualquier otra cosa, ahora tienes toda la madurez para sacarle el máximo provecho.
Te deseo lo mejor.
Muchos besos

Zinnia Muñoz dijo...

Tan divina tú, Silvia, "en la flor de la vida"... Creo que todos vemos más sencillo las cosas en los demás que en nosotros mismos. Ay! Pero sí, hay que seguir y creeme que para mí quedarme quieta no es una opción ;)

Gemma, 15 días después de nacer Cedric por cesárea inicié mi carrera, la cual terminé hace 6 años. Me gradué con 3 meses de embarazo. Luego llegaron Anuk y Líam y me dediqué principalmente a la maternidad. Así que con la antropología no he hecho mucho (hacia afuera, porque para mí es parte cotidiana de mi vida) y eso es lo que quiero poner a andar en este momento de vida.

Sí, el embarazo adolescente está muy signado, ya no se apedrea a nadie, pero a las chicas las siguen corriendo de las casa y como dices, no son "bien vistas". Ahí hay una labor muy importante por desarrollar, porque lo que se está haciéndo claramente no es suficiente.

Y como bien dices, mis hijos han sido mis maestrías y doctorados, jejeje. Creo que, para aquellos que optamos por la opción de ser padres, no hay un aprendizaje mayor que con los hijos. Nos hace crecer en todos los sentidos.

Gracias chicas!

Silvia dijo...

Tienes razon, Zinni, se ve todo mas facil cuando es en otro, pero se que tienes dentro un empuje muy fuerte y como dices no te vas a quedar quieta, espero y pueda presenciar tus nuevas conquaistas.

Ya no piensas en lo de doula o comadrona? O quiza asesorar a estas jovenes, darles apoyo, no se...nadie mejor que tu para comprenderlas y apoyarlas.


Besitos, preciosa.

Silvia dijo...

perdon, conquistas!

Zinnia Muñoz dijo...

Has dado en el punto. Ese es UNO de los caminos en que he pensado... =)

Marvan dijo...

Zinnia, si yo hago bien los cálculos debes de tener casi unos 10 años menos que yo o sea que 10 años más o 10 años menos no importa, que yo también aún tengo muchos sueños y muchos caminos por andar jajajaja.
Gracias por tu sinceridad en esta historia. A mi me ha conmovido.

Zahira dijo...

Llegué a éste blog por casualidad y no puedo evitar comentar al leer la historia... primero porque aunque me paso 4 años más tarde (a los 22) la historia fue muy parecida y entiendo muy bien eso de ser madre soltera, las reacciones de la familia y las etiquetas que te ponen por todo lado y segundo, bueno porque soy Carolina, del colegio de la nacional jejejeje.
Así que bueno, nada, te envío un abrazo virtual desde aquí, que bueno saber de ti, que estás bien y que tienes una hijos hermosos.
Un abrazo :)

Zinnia Muñoz dijo...

Jajaja Marvan, leí tan rápido tu comentario que me enredé y tuve que volver a hacerlo despacio porque parecía uno de los problemas matemáticos de tus hijos, jejeje. Yo lo sé, yo misma he dicho muchas veces que para la mayoría de cosas en la vida nunca es tarde (y como le digo a Silvia, lo veo siempre más fácil en los demás, jeje), lo que pasa es que a esta edad sentirte perdida a la mitad del camino... pues es una imagen que nunca tuve en mente, eso lo espera uno cuando es "joven" ;).

Hablaba hoy con un amigo y nos cuéstionábamos qué habría sido de nosotros de habernos educado en casa, él decía que no tenía idea, yo le decía que yo me habría leído el mundo!!!... hasta que se me cansaran las nalgas de estar tanto tiempo sentada, y que mi cuerpo habría pedido movimiento, un deporte, danza o teatro, pero que más allá de eso ni idea. (Una pregunta que quedará sin responder) Él decía que había algunos (como él) que a pesar del colegio, del medio, de la familia, habían podido encontrarse, conectarse consigo mismo. Que cierto y qué maravilloso, eh? pero AUCH! ahí es donde más entran en juego mis dudas, miedos e inseguridades. Siento que puedo conectarme con cosas tan sencillas de la cotidianidad, pero y hacia el afuera y la forma de que eso se convierta en una forma de vida que me sustente y que me llene... Pucha! Veremos...

Hollla Carolina, mira tú qué vueltas da la vida que te trajo hasta acá... Y ese "abrazo virtual desde aquí" me suena a que no estás en mi mismo 'aquí'?

Un abrazo a las dos ;)

Anónimo dijo...

¿No te pasa que viendo quien eres y mirando para atrás vez que, al final, sea como sea todo estuvo ok? Con heridas y cicatrices conseguimos nuestros tesoros. Es raro

Zinnia Muñoz dijo...

Jajaja, cierto, tal vez así es "la vida", verdad? Un abrazo