martes, 26 de marzo de 2013

Desescolarizar la universidad

Con una hija de 16 uno comienza a hacerse preguntas.

Cerrar el ciclo de la secundaria nunca ha sido una preocupación para mí, hay muchas alternativas para hacerlo, y de momento, tampoco tenemos afán.

Creo que aun no tiene una opción 100% definida, en eso tampoco hay afán, creo que es mejor que primero explore un poco cada cosa de las que le gustan y que luego decida.

Desde hace algún tiempo ha definido 5 opciones. 5 áreas variadas, diversas, pero a la vez complementarias. Ninguna ingeniería o ciencia pura ronda la lista. Están por el lado del arte desde ópticas muy distintas. Y ahora que lo pienso, podría catalogar cada una de ellas a partir de un sentido específico: vista, tacto, gusto y olfato, oído y propiocepción. Vaya! Qué curioso...

Entonces esta(mos) en la tarea de buscar cursos. De ojear universidades y planes de estudio. Yo reviso la información y siento lo mismo que con el colegio: que es un sinsentido.

No quiero denigrar de la universidad, yo agradezco mucho lo que aprendí en ella que lo puedo resumir en tres ideas; Yo no recuerdo las teorías, o las medidas para hallar la altura a partir de los huesos, o los grupos humanos pasados y presentes que estudiamos, o los puntos claves para determinar si un cráneo pertenece a una mujer o a un hombre. Yo aprendí en la universidad: 1) Que el ser humano es mucho más diverso y complejo (y a la vez el mismo) de lo que uno cree 2) Que esa diversidad debe ser respetada en su totalidad, nadie es más que nadie, solo somos diferentes 3) Aprendí a investigar: a buscar y encontrar información, ordenarla y clasificarla, a hacer entrevistas, a diseñar encuestas, a ver más allá de lo obvio, a interrelacionar el todo con el todo.

Aprender esto en la universidad fue mi camino, pero no quiere decir que sea el único; igual, lo pude hacer aprendido de otras formas, pero esta fue la mía.

La universidad, al igual que el colegio, tuvo muchos sinsentidos: profesores malos e irresponsables, profesores excelentes, verdaderos maestros, materias que no me servían para nada de las cuales no aprendí ni un poquito, exámenes absurdos, requisitos estúpidos, pérdida de tiempo, falta de espacios y apoyo para explorar procesos e intereses propios.

Igual que el colegio. Leyendo los programas de estudio y viendo lo que cobran me siento igual que leyendo un PEI (Proyecto Educativo Institucional, porque yo era de las pocas mamás que lo leía antes de matricular a mis hijos) para llegar a la conclusión de que el papel aguanta todo y que las instituciones educativas son principalmente, casi por norma, un negocio.

En el espacio que uno esté siempre va a aprender. Sé que si mis hijos deciden entrar a una universidad aprenderán muchas cosas interesantes y muchas otras por contraejemplo, y que también se aburrirán y renegarán por algo. Pero como con el colegio, creo que no es la única forma de aprender.

Principalmente se aprende haciendo. Y para ello la academia no es la única opción. Hay talleres, hay tutores, se puede ser aprendiz, se puede ser autodidacta, o un poco de todo lo anterior.

Y me siento y reviso y pienso que no, que la universidad no es 100% necesaria. Si se quiere seguir una carrera de docente universitario sí que es necesario, pero para tener trabajo en las áreas que ella quiere, los títulos no son ni lo primero ni lo segundo por lo que le van a preguntar cuando solicite una plaza. Pero bueno, al final de cuentas la elección le pertenece a ella. Que descubra y encuentre su propio camino.

7 comentarios:

Silvia dijo...

Pienso como tú.
Suerte con Irina, es una persona bella esta hija tuya, y ya nos contarás, por favor.

Marvan dijo...

Me encuentro con el mismo problema Zinnia. Pero tal como dices en la última frase, a estas edades la decisión ya no es nuestra, si no de ellos mismos. Mi mayor de momento ha decidido seguir algo lo estandard entrando en los exámenes. Lo que haremos luego ya veremos. Pero la decisión no es fácil, no para ellos ni para nosotros.
Suerte con Irina. Yo tengo clarísimo que estos niños encontrarán su camino, sea por un lado o por otro.

Zinnia Muñoz dijo...

Hola Silvia. Claro, las tendré al tanto ;)

Si Marvan, la decisión no es fácil. Yo no quiero terminar sufriendo por juntar los pesos para pagar la matrícula de la universidad. Eso no lo quiero, más aun, eso podría implicar que por pagar una universidad los otros tres se vean limitados en sus posibilidades de acceso a las cosas que les gusta hacer, y eso no me parecería justo. Nosotros apoyaremos hasta donde podamos, eso sí.

También está la posibilidad de que ella trabaje y ayude a pagarse la U, pero igual, es una propuesta que debe surgir de ella. El que quiere besar busca la boca.

Ay! Ya veremos qué vueltas da la vida.

Un abrazo chicas :)

Educando en Casa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Educando en Casa dijo...

Toda la vida es un campo fértil para educar. Saludos desde Chile.

Zinnia Muñoz dijo...

Yo lo cambiaría por:

"Toda la vida es un campo fertil para aprender" ;)

Un abrazo

Zinnia Muñoz dijo...

Yo lo cambiaría por:

"Toda la vida es un campo fertil para aprender" ;)

Un abrazo