miércoles, 22 de agosto de 2012

Imagen


Este año ha sido de muchos cambios, no dejan de sucederse, vienen en avalancha y no han cesado. Pasar de estar en la casa casi todo el tiempo a salir a estudiar y a dar clase implica no solo logísticas nuevas sino replanteamientos alrededor del qué y el cómo. (Aunque de momento parace que van a aplazar el semestre en la escuela de música, sniff...)

A penas comencé a salir con esta dinámica fue más evidente que la ropa que tenía no era la más aceptada, común ni se regía por los estándares. Un par de veces no me paró el bus por llevar pantalones de tiro largo, supongo que pensarían que vendía incienso o algo así XD.

La ropa es un reflejo de una parte de lo que somos, de lo que pensamos, de lo que creemos, de lo que hacemos, de los acuerdos y desacuerdos que tenemos con la sociedad. Comencé a usar de nuevo jeanes, pero no lo logro, aun no me veo lo normal que dice la sociedad; son infaltables mis botas de molas o los pantalones tejidos, las blusas indúes...

Cuando era niña tuve muy poca ropa. El dinero era para pagar servicios, comida, la hipoteca. Mi madre nos cosía, pero cada cosa que ella hacía era algo especial, así que no se recibían sino unas pocas prendas al año (cumpleaños, navidad y alguna excepción). En la adolescencia me las arreglaba para combinar las cosas y tomaba prestadas prendas de mi padre y unas pocas de mi madre. Hoy sigo teniendo poca ropa, debo tener la mitad de la que tiene Fabián y una 10a parte de lo que tiene mi madre... Vestirse es una necesidad adaptativa, pero también una invitación cultural.

Uno puede entrar a 5 almacenes de ropa sport y todos venden el mismo estilo de jeanes, camisetas, sacos, en los mismos colores; pocas prendas se salen del estandar, y cuando lo hacen, valen 2 o 3 o más veces que una prenda 'normal'. Y con una familia de seis.... te diré.
Yo sé que no se aplica a todo el mundo pero es como si vestirse igual y comer igual es = a pensar igual. Así lo he visto yo y por eso la ropa normalita me pica.

Esa es una de las razones por las que me decidí a coser, por economía y por hacer cosas para mis hijos y para mí que no encontraba en las tiendas o si las encontraba era caríiisimas. Me gustan los colores fuertes, y hasta donde he visto, a mis hijos también. El mono es el más relajado con la ropa, casi todo le gusta y Fabián es bastante tradicional en su forma de vestir (aunque para el grado se puso su sacoleva escoces rojo, jejeje), pero a los otros les gusta la ropa más colorida de lo habitual. A mí también y eso es a veces un problema.

Hace unos días estaba mirando en casa de mi madre el programa de no te lo pongas. La 'victima' era una chica de 22 años, la postularon porque se acababa de graduar y le exigían (jefes y familia) que cambiara su estilo juvenil. Cuando le botaron los pantalones de dril fucsias y verdes y los botines rosados brincamos con Iryna; esa ropa no estaba para nada mal... por lo visto lo mal que tenían era el color. Si, muy bonito el estilo final, se veía muy bien, pero es el estandar de una persona "bien vestida" (formal, tacones, chaqueta de paño, blusas) y en general las prendas que se eligen en el programa son de tonos neutros y una que otra en colores más 'atrevidos'.

Esa estandarización me genera incomodidad. Creo que el vestirse "bien" es también algo muy subjetivo pero estamos TAN acosados con esa homogenización que no creemos que existan otras opciones, y cuando alguien sale con algo diferente es señalado.


Fabián dice que nosotros (especialmente Iryna, Anuk, Líam (un poco menos) y yo) no nos vestimos sino que nos disfrazamos. Pues creo que sí, yo tengo alma de clown: me encantas las medias de colorines y a rayas, los pantalones estampados, los zapatos de colores y que la ropa tenga algo vistoso y diferente. Hay muchas cosas que nunca me he atrevido a ponerme básicamente por dos razones: por un lado creo que para usar algunas cosas ya estoy entrada en años -que son cosas que le quedarían bien a alguna de mis hijas- y por otro lado, el juzgamiento de la gente; cierto que la forma en que todos nos vestimos impacta de alguna manera a las personas con las que entramos en contacto pero también creo que todos deberíamos dejar de juzgar tanto por la imagen externa y nos demos la oportunidad de hablar con esa persona para formarnos una idea inicial más acorde.

Mi madre criticaba mucho lo que me ponía; esa es una prueba superada, ya no me afecta, pero creo que sí dejó sus cosillas y arriesgarme a ponerme a algo tan payasiado (así me encante) pues en ocasiones me cuesta. A veces creo que por vestirme de una u otra manera no me van a tomar en serio, pero también me gustaría que la gente viera que quienes usamos ropa diferente somos gente que también se toma la vida en serio, solo que le ponemos otros colores y otras combinaciones. Que no se pongan etiquetas para luego ser tratados desde ellas sin conocimiento.

Lo mismo me pasa con los piercings y los tatuajes. Me encantan los tatuajes y posiblemente llegue el día en que me haga uno, solo que dibujar en mi cuerpo algo que va a quedar para siempre es una cosa que hay que pensárselo bien y de lo que no me quiero arrepentir. Con los piercings es un poco diferente, porque en cualquier momento lo puedes quitar y queda una pequeña huella en forma de hueco (a no ser que sea una expansión). Desde hace 15 años tengo 5 y 6 huecos en las orejas... no tengo en otras partes por respeto a mis embarazos, pero ahora que no hay bebés el gusanillo de perforarme me ronda. Y he tenido unas largas disertaciones sobre el tema. Quisiera hacerme dos en la nariz, siempre siempre me gustó. Y tengo, conmigo misma, varios puntos en discusión. Yo sé que si no me gusta me lo saco y ya, a eso no le veo problema, pero el juzgamiento social frente al tema es fuerte; la mayoría de personas perforadas son vistas como hippies, mariguaneros, desubicados... En general, no se le da una connotación positiva... Mi familia es tradicional así que estaría en medio de todas las conversaciones y no de forma positiva, los vecinos, las otras madres y familias HS... Daría mucho para hablar ( o a sí lo creo yo?), y eso me genera una dualidad: por un lado no quiero ser el hazmereir ni estar en boca de todo el mundo (sobre todo con mi familia (primos, tios)) y de personas que no se han dado la posibilidad de conocerme pero que si se darían la posibilidad para rajar de mí; por otro lado me parece una especie de reto, porque por tener un arete y una argolla en la nariz no soy otra persona, sigo siendo la misma, no ha cambiado mi forma de pensar, ni de hacer, ni en lo que creo, ni quien soy.

Para quienes hayan llegado a este punto de la lectura, jejeje, gracias por leerme estas parrafadas que debía titular algo así como: Reflexiones de una madre con adolescencia tardía. Tiene sus ventajas, estamos en el punto en el que Iryna (no por influencia mía) está pensando también en perforarse la nariz, así que posiblemente terminemos haciéndolo juntas, y obviamente no recibirá ninguna recriminación desde casa :)

11 comentarios:

Ana P. dijo...

Esta es una muy buena reflexión y a mi me hace pensar que eso de la imagen es tan relativo al medio en el que uno se mueva. Mira que tu debes de pensar que yo me visto de lo más normal, pero en mi familia siempre he sido la mas hippie, siempre que estoy con ellos siento que me falta vestirme mejor, peinarme mejor, maquillarme un poco más. Así que te puedes imaginar cómo te miraría mi mamá!

De los tatuajes, yo tengo uno, y estoy segura de que si no me hubiera casado y embarazado me habría hecho más. Ahora... no se, no muestro mucha piel, asi que tal vez por eso no me lo haría.

Hagas lo que hagas habrá quien lo desapruebe, entonces pues si quieres hacerlo hazlo!

Zinnia Muñoz dijo...

Jajaja! Si que me he reido con eso de cómo me miraría tu mamá, jejeje, pudes decirle que tú estás mucho mejor que tus amigas y ponerme de ejemplo, como para que se consuele XD

Gracias, mujer. Un abrazo.

Ana P. dijo...

Ups! espero no haberte ofendido. Yo creo que ya te he mencionado a mi mamá... si no el día que la conozcas me vas a entender. Y es que tiene una forma de mirar que me choca tanto!! Me siento evaluada, medida, pesada, examinada todo el tiempo... por eso lo dije =)

Ivett dijo...

Hola, creo que esta es la primera vez que escribo en tu blog pero hace rato te sigo y te "conozco" de tus comentarios en otros blogs que también sigo.

Tienes mucha razón con lo de la vestimenta,la gente juzga mucho y como te ven te tratan. No creo que eso se pueda cambiar. Yo la verdad visto bastante convencional y si de repente se me van los ojos en los aparadores pero a pesar de ello soy práctica y no tengo mucha ropa. La que compro es por que me lo he pensado bien, me la he probado y me encanta así que he llegado a tener piezas con muchos años conmigo de las cuales me deshago hasta que de plano ya no dan para más por lo rotas o desgastadas que estan. Ah y la frustración de mi madre cuando era más joven es que no usaba faldas ni vestidos :P

Saludos

Maulina dijo...

Yo debo ser tan rara como tú. No tengo recuerdos de que tu familia fuera extravagante en el vestir. jeje.

Parece que nos juntamos entre raras.

Zinnia Muñoz dijo...

Ofendido? No, tranquila, se a lo que te refieres y realmente fue gracioso y me imaginé la cara de un par de tías y primas de mi papá... jajaja. Sé a lo que te refieres, parece que tuvieran ensamblado a las gafas una de esas básculas que miden presión sanguínea, índice de masa corporal, nivel de colesterol y demás...XD

Hola Ivett, si creo que es la primera vez que comentas :) Si la gente juzga por la apariencia, pero esa es tambien una construcción cultural con la que no estoy muy de acuerdo, y a pesar de todo lo que diga la gente, creo que todos tienen el derecho de vestirse y verse como les guste, desde que no sea explícitamente ofensivo. Y yo soy de las que sueñan con que esa forma de juzgar sí se puede cambiar, lentamente, pero se construye con nosotros y con nuestros hijos.

Jajaja, Ay Andrea! No has visto algunas pintas de Iryna o de Anuk ni a Líam cuando se pone las chaquetas rosa o fucsia de su hermanita (a mi madre la eriza). Y claro, ahora que lo pienso, recuerdo a mi estimadísima doctora con sus faldas hippies y exóticas disfrutando del trópico y a la correctisima profesora instruyendo al auditorio. Y sí, creo que los iguales se atraen ;) Pero no te imagino con un piercing! Jajaja

Abrazos

Marina dijo...

AYyy Zinnia como que no te paro el buuuus???!!!!...que malos!, jaajaja...

Me dio una risa la forma en que lo contas, pero a la vez tanta pena porque ya pasamos de la critica por la moda a contrariar seriamente a una persona que debe moverse para ir a cumplir con sus obligaciones. Que mal estamos, la verdad...

Me encanto tu post, como siempre.
Un abrazo grandote y me encanta que "te pique" la ropa de moda, jajajaj

Zinnia Muñoz dijo...

No, Marina, no paró y la más asombrada fui yo, y luego caí en cuenta de la pinta, jejeje.

Con el tema hay mucha tela qué cortar: moda, TV, aculturación, descolonización, reproducción social, producción capitalista...

Un abrazo Marina =)

Marvan dijo...

qué reflexión más interesante!

Yo creo que viene por los dos lados. La gente juzga por la imagen, pero la gente también se pone cierta ropa por dejar ver quienes son o a qué grupo pertenecen. Creo que es una influencia mutua y somos pocos que queremos salir de aquel círculo.

Yo paso de la moda y la ropa. Odio comprar ropa y de hecho practicamente no me compro nada. Casi toda la ropa que tengo me la han dado. Es impresionante la cantidad de ropa que la gente compra y después no se la ponen. Yo llevo un letrero en mi cara: "recojo todo lo que no se quieren poner" jajaja!!!!

Solo falta decir por allí y por allá: "mira, este pantalón me lo dio tal porque no le iba bien" y entonces de repente sale la gente: "ah, pues yo tengo algo que quizás te iría bien ¿Lo quieres?" Yo siempre digo que sí jajajaja. Y así me he creado mi "red de suministro". De vez en cuando me llegan bolsas de ropa de aquí y de allá, elijo lo que me gusta y vuelvo a repartir a otras amigas lo que no quiero.

Sale muy barato y no hay que pensar tanto en si esto me sienta bien o no. Llevo un pupurri de estilos porque me llega de todo y depende del día me puedo poner hippy o pija, me da lo mismo jajaja!!!!

Lo de los agujeros en el cuerpo, yo no lo llevo bien. Me hice agujeros para los pendientes pero nada más. Me gusta a mi misma más entera jajaja!!

Ya nos harás fotos hé si te decides. A mi me gusta ver chicas con el piercing en la nariz, hay algunas que les queda muy bien. Pero ya te digo, nada para mi.

Zinnia Muñoz dijo...

Me he reido con tu comentario...!! Pues sí que es una buena alternativa cuando la ropa no queda, nosotros también la rotamos entre la familia y cuando no da más pues sale. "popurri de estilos" jajaja

Pero esa redistribución es también buena con los juguetes, los libros y otras cosas, verdad? Sip nosotros también lo practicamos. Ahorita acabamos de ceder la estufa de leña que llevaba en el sótano del teatro como 4 años sin usarse, mejor que le sirva a alguien a que se siga oxidando.

Ya veremos si cuando lo haga me animo a tomarme fotos, jejeje.

Marvan dijo...

Yo muchas veces lo pienso que funciono como centro de redistribución de lo más curioso: desde ropa, hasta juguetes, libros e incluso comida jajaja!!!! Mi blog podría ser centro de redistribución de ideas jejeje. Todo se trata de compartir y aprovechar los recursos al máximo ;).