lunes, 21 de marzo de 2011

¿Crisis de los 33?

Hace un par de días estábamos buscando en casa de mi madre una tela. Mi madre es modista pero pocas veces hizo de su oficio un negocio, para ella lo importante era su casa, siempre cosió para nosotros y ahora cose para los nietos. De ella heredé el gusto por la costura y de haberla visto tantas veces creo que tengo buena cabeza para eso. Nunca nos enseñó, no sé bien por qué, creo que duré 15 años pidiéndole que me enseñara pero cada vez que lo intentábamos era caótico, creo que hablamos idiomas visuales muy diferentes así que no nos entendemos. Opté por coger sus manuales de modistería y partir de cero y así es como he ido aprendido, con algunas cosas que aun no sé resolver le pregunto y ambas le ponemos mucho empeño en hacernos entender y es realmente de gran ayuda; por ejemplo, poner las mangas cada vez me cuesta menos trabajo pero de las 5 prendas que he hecho en estos meses solo he podido prenderle la manga a 2, y ahí llega mi madre al rescate, ampliando siempre la información y gracias a ello he puesto las últimas yo solita =)

Retomo, o como diría mi madre -y la señora siguió lavando el gato-.
Estábamos buscando la tela y la tarea era un tanto titánica, la cantidad de cortes de tela aun intactos y de sobrantes es grande, ella poco bota porque siempre existe la posibilidad de que un recortico sirva para algo. Así que con lo sobrantes era como ver un album y ella iba diciendo: esta es la tela de la blusa que le hice a tu hermana para el grado de JD y esta fue la tuya, los delantales que regalé en una navidad, las telas de Maicao, el disfraz de cebra de Iryna... y así. Y con los cortes nuevos (que son un montón): este es para un pantalón mío, esta panita es para un proyecto y esta telita naranja es para otro...

Los recortes, podría decir, que son como pequeños sueños ya cumplidos, que se tratan de conservar con apego. Los cortes nuevos son los sueños por cumplir, puede ser que se cumplan, que se transformen o que no se realicen.

Fabián me ha cuestionado en estos días preguntándome cuál es mi sueño. Vaya pregunta difícil de responder para mí. Por más simple que suene mi gran sueño era ser mamá y poder compartir la vida con él. Así que se han cumplido y estoy muy feliz de ello, y aunque esto es magnífico también se que quedarme en casa 'sin hacer más' no es una opción para mí.

Fabián dice que hay que tener sueños porque funcionan como un motor para nuestra vida. Y yo creo que tiene razón, pero me hallo un tanto enredada y un poco perdida. Estoy en proceso de hacer revisión de qué quiero hacer conmigo, dejo abiertas demasiadas opciones en la vida y me pongo a esperar a que las cosas lleguen pero poco me muevo para conseguirlas. Si la educación debe servir para autoconocerse y trazarse caminos a seguir, entonces mi educación está incompleta, en esa línea, yo soy aun adolescente, no he superado en esto los 18, estoy igual que Iryna, sólo que ella tiene la validación de la edad que hace viable cualquier cosa que se proponga, y pues yo tengo experiencia en algunas cosillas pero ya mi cuerpo no es tan joven.

La música y la danza hacen parte de lo que soy, de mi definición como persona -pero con ello no estoy construyendo nada en el presente-, me gusta el maquillaje y ha sido una opción laboral y creativa -pero no es constante y siento que en eso todavía estoy comenzando-, quiero vivir en espacio rural -pero aun no es el momento para eso-, mi carrera me ha dado herramientas que aplicaré el resto de mi vida y con la que estoy iniciando proyectos, pero no sé. Hay otras cosas que también me gustan y que podría comenzar de cero. Y a todo esto sumémosle la educación en casa y todo el tiempo, mente y energía que invierto en eso.

Decidir. Con algunas cosas es sencillo pero estas son de las decisiones que me cuestan trabajo... temor a "equivocarme" pero también a que se me pase el tiempo sin hacer nada. Quiero ver atrás y recordar con alegría y sin apego, y sí, necesito ver al frente teniendo claros algunos puntos hacia dónde dirigirme.

Las fotos son mis cortes de tela, los pequeños proyectos por hacer que están embutidos entre las dos bibliotecas del cuarto. Trataré de no comprar más telas hasta no haber usado una buena cantidad de los que ya tengo. No quiero en veinte años tener un gran baul de cortes y sueños sin hacer!

3 comentarios:

Silvia dijo...

Muy importantes puntos que traes en esta entrada. Crisis de los 33, pero si eres una niña. Claro que joven o no tanto, plantearse esto es importante y necesario.
Me has hecho pensar (que ya lo traía cabilando) lo mismo. ¿Cuáles son mis sueños? Imagino nos has hecho pensar a todos en ello.
Muy bien escrito, Zinnia. Gracias por esta reflexión.
Ah, y MUCHÍSIMA suerte y ánimos para cualquier cosa que emprendas.
Te quiere tu amiga Silvia

Zinnia Muñoz dijo...

Silvia querida, mira que llamarme niña cuando apenas nos llevamos unos añitos, jovencita ;) Jejeje Pero sí siento a veces que a penas estoy comenzando a vivir, a aprender, y que soy muy TORPE, pucha!

Hola Janneth. Siiii!, tenemos que vernos. Muchas gracias por la invitación. Voy a charlar con Fabián a ver si podemos cuadrar tiempos y te cuento. Tenemos mucha tela por cortar ;)

Abrazos

Zinnia Muñoz dijo...

Sí. Mañana estamos por acá. Quieren venir a almorzar y compartimos la tarde?