
Estábamos buscando la tela y la tarea era un tanto titánica, la cantidad de cortes de tela aun intactos y de sobrantes es grande, ella poco bota porque siempre existe la posibilidad de que un recortico sirva para algo. Así que con lo sobrantes era como ver un album y ella iba diciendo: esta es la tela de la blusa que le hice a tu hermana para el grado de JD y esta fue la tuya, los delantales que regalé en una navidad, las telas de Maicao, el disfraz de cebra de Iryna... y así. Y con los cortes nuevos (que son un montón): este es para un pantalón mío, esta panita es para un proyecto y esta telita naranja es para otro...
Los recortes, podría decir, que son como pequeños sueños ya cumplidos, que se tratan de conservar con apego. Los cortes nuevos son los sueños por cumplir, puede ser que se cumplan, que se transformen o que no se realicen.

Fabián dice que hay que tener sueños porque funcionan como un motor para nuestra vida. Y yo creo que tiene razón, pero me hallo un tanto enredada y un poco perdida. Estoy en proceso de hacer revisión de qué quiero hacer conmigo, dejo abiertas demasiadas opciones en la vida y me pongo a esperar a que las cosas lleguen pero poco me muevo para conseguirlas. Si la educación debe servir para autoconocerse y trazarse caminos a seguir, entonces mi educación está incompleta, en esa línea, yo soy aun adolescente, no he superado en esto los 18, estoy igual que Iryna, sólo que ella tiene la validación de la edad que hace viable cualquier cosa que se proponga, y pues yo tengo experiencia en algunas cosillas pero ya mi cuerpo no es tan joven.
La música y la danza hacen parte de lo que soy, de mi definición como persona -pero con ello no estoy construyendo nada en el presente-, me gusta el maquillaje y ha sido una opción laboral y creativa -pero no es constante y siento que en eso todavía estoy comenzando-, quiero vivir en espacio rural -pero aun no es el momento para eso-, mi carrera me ha dado herramientas que aplicaré el resto de mi vida y con la que estoy iniciando proyectos, pero no sé. Hay otras cosas que también me gustan y que podría comenzar de cero. Y a todo esto sumémosle la educación en casa y todo el tiempo, mente y energía que invierto en eso.
Decidir. Con algunas cosas es sencillo pero estas son de las decisiones que me cuestan trabajo... temor a "equivocarme" pero también a que se me pase el tiempo sin hacer nada. Quiero ver atrás y recordar con alegría y sin apego, y sí, necesito ver al frente teniendo claros algunos puntos hacia dónde dirigirme.
Las fotos son mis cortes de tela, los pequeños proyectos por hacer que están embutidos entre las dos bibliotecas del cuarto. Trataré de no comprar más telas hasta no haber usado una buena cantidad de los que ya tengo. No quiero en veinte años tener un gran baul de cortes y sueños sin hacer!
3 comentarios:
Muy importantes puntos que traes en esta entrada. Crisis de los 33, pero si eres una niña. Claro que joven o no tanto, plantearse esto es importante y necesario.
Me has hecho pensar (que ya lo traía cabilando) lo mismo. ¿Cuáles son mis sueños? Imagino nos has hecho pensar a todos en ello.
Muy bien escrito, Zinnia. Gracias por esta reflexión.
Ah, y MUCHÍSIMA suerte y ánimos para cualquier cosa que emprendas.
Te quiere tu amiga Silvia
Silvia querida, mira que llamarme niña cuando apenas nos llevamos unos añitos, jovencita ;) Jejeje Pero sí siento a veces que a penas estoy comenzando a vivir, a aprender, y que soy muy TORPE, pucha!
Hola Janneth. Siiii!, tenemos que vernos. Muchas gracias por la invitación. Voy a charlar con Fabián a ver si podemos cuadrar tiempos y te cuento. Tenemos mucha tela por cortar ;)
Abrazos
Sí. Mañana estamos por acá. Quieren venir a almorzar y compartimos la tarde?
Publicar un comentario