lunes, 16 de mayo de 2011

Disertaciones cinematográficas

Ayer vimos Kung fu panda. Ya la habíamos visto con los niños, pero repetirse algo tan bueno es tal vez mejor que la primera vez. Terminada la película, como es costumbre viene toda la disertación con Fabián sobre las lecturas y apreciaciones que cada uno tiene de lo visto y aunque esta vez los chicos se fueron a dormir inmediatamente, estas son el tipo de conversaciones que 'tienen' que oir de nosotros cada vez que vemos una noticia, leemos un artículo o un libro, o vemos una película.

Le decía yo a Fabian que me encanta que en esta película la presentación de personajes, es excelente y se hace con calma, uno disfruta y saborea esa parte, antes de presentarse el problema a resolver en la historia. Hay muchas películas hoy en día que no 'gastan' tiempo ni recursos en hacer esto, que escasamente muestran el personaje principal e inmediatamente inicia el conflicto y pasan a la acción (como en Percy Jackson).

Entonces Fabián me decía que esta es la generación del olvido, que a nuestros jóvenes y adolescentes el sistema les ha propuesto el olvido como base de vida, no hay historia (se vanaliza, se ve como algo que no es importante), no hay pasado, solo importa el presente. Y digo yo, pero no un presente como lo ve Oogway -el maesto tortuga de la película- que dice que "el ayer es historia, el mañana es un misterio, pero el hoy es un regalo, por eso se llama presente" Porque a pesar de que solo exista el presente eso no niega los sueños y los planes a futuro y tampoco niega la historia ni el pasado, porque es la base del presente porque es el conocimiento, la herencia.

Y Fabián continúa diciendo que en la publicidad y en los medios, como en las películas, se le dice a la gente que lo que importa es el hoy, especialmente a los jóvenes, y se hace toda una labor de olvido, donde la historia no importa, no sólo la historia de las culturas, del mundo, sino también la historia de las cosas, como una prenda de ropa, que sólo importa lo que es y cuánto vale, pero no se mira cómo fue hecha, si es fruto de la esclavitud moderna de la maquila en un país lejano y pobre, eso se invisibiliza, pasa al olvido.
Pero el olvido es un arma de doble filo, porque así como hacen que muchos de nuestros jóvenes olviden raices e historias, también podran olvidar sistema en sí y podrán olvidar también el olvido.

El misterio se resuelve gracias a la sabiduría popular, que es el pasado, la memoria viva. Ni el más grande maestro del kung fu fue capaz de comprender el secreto del rollo del dragón, fue el padre de Pow, un sencillo cocinero, quien lo devela.

Para mí hay otro punto clave en esto, que me toca directamente, y de una u otra maner a todos los padres, pero en especial a los que educamos en casa:

Shifu: Ese panda no es el guerrero dragón, no debería estar aquí, fue un accidente.

Oogway: No existen los accidentes (...) El panda jamás cumplirá su destino ni tú el tuyo hasta que olvides la ilusión del control. Mira este árbol Shifu, yo no puedo hacer que florezca cuando me plazca, ni hacer que de frutos antes de tiempo (...) Pero no importa lo que hagas, esa semilla se convertirá en un durazno, podrás desear un manzano o un naranjo pero tendrás un durazno.

Shifu: Pero un durazno no puede derrotar a Tai Lung.

Oogway: Tal vez sí puede si tu estás dispuesto a guiarlo, a nutrirlo, a creer en él (...) sólo necesitas creer

9 comentarios:

Silvia dijo...

Muy interesante vuestra reflexión. Sí hay un tremendo problema de olvido, y está ligado a que nuestra cultura postmoderna está encima ahogada en un presente en el que todo se duda y en el que el hombre se define no por la tradición y sus valores y creencias, sino por su existencia en la cadena de consumo. El olvidar el pasado supone el no respetar a los ancianos, el no querer mirar el futuro sino vivir el ahora (entendido como gastar, consumir, producir) nos lleva a no respetar a los niños. Y decimos que las urbes no nos facilitan el vivir con los padres y cuidarlos, o los hijos, pero es al revés, estas urbes las hemos creado porque no nos importan las generaciones anteriores ni posteriores, porque es fácil acomodar cualquier entorno, rural o urbano, a aquello que valoramos.

En un momento en que no sabemos si a los hijos les quedará nada de lo que somos de verdad, no de lo que tenemos, vivimos alienados, neuróticos, a la espera de ser obsoletos en menos de un año, como la tecnología.

Y la publicidad, qué te cuento, la publicidad nos ha deshumanicado con el amarillismo y la venta de sentimientos obscenos (no sólo en cuanto a inmorales sexualmente hablando, sino violentos e inhumanos) que antaño eran privados porque se tenía un sentido de decoro, no porque se negasen, sino porque se vivían en la privacidad. Ahora dicen que tienen que enseñarnos todo eso porque es lo que en verdad compone al hombre, pero es una mentira, mientras que digamos, ir al baño es humano, el MOSTRARLO y divulgar imágenes de una persona en concreto en el excusado no es humano.

Parece interesante, la tendré en cuenta.

Silvia dijo...

ay, desumanizado, quise decir

Zinnia Muñoz dijo...

Tienes razón Silvia, el olvido es una herramienta para el consumismo, comprar, tener y trabajar como esclavos, pensando solo en el presente con desarraigo, viviendo de sueños vacíos construidos por el 'mundo moderno'. Y cuando la gente tiene casa, carro y un trabajo 'bien pagado' el medio les dice que además deben tener casa de campo, televisor, 3D, y no sé qué más cosas y cuando obtienen su pensión creen que al fin han logrado "su sueño" y que al fin podrán "vivir", pero ya se encuentran en un futuro en el que nunca pensaron y que posiblemente nunca soñaron y solo les queda enfrentarse al vacío del adolescente de "qué voy a hacer con mi vida". Obsolescencia programada también para los seres humanos. Luego de pensionados lo único que les queda es hacer uso de los pésimos servicios de salud, parece se para lo único que importan.

En fin, me fui por las ramas, un abrazo

Silvia dijo...

NO, no creo que te fueras por las ramas sino que el tema tiene muchas ramificaciones.
Y antes de pensionados vienen crisis. Añado a la falta de pasado y presente, la constante idea de cambio vacío, cambio sin parámetros porque no hay mejor ni peor ya, la democracia que tiraniza exige igualdad, y la igualdad es una palabra que suena muy bien pero tiene poco sentido. El consumismo y capitalismo te lleva a tener éxito, a ser el mejor, y esto es contradictorio con una sociedad en la que quieren que todos TENGAMOS lo mismo, las mismas posesiones, los mismos derechos... yo prefiero fraternidad a igualdad, hierarquía justa donde ocupamos todos un lugar importante con diferentes roles, a neurosis y alienación porque cuando es cuestión de que uno TREPE quieren igualarme y negarme mis calidades que me hacen diferente. La antigua hermandad y fraternidad conlleva obligaciones de las que la igualdad no sabe nada, dice Weaver en su libro Ideas Have Consequences, y continúa diciendo que "Llama al respeto y protección, porque la fraternidad es estatus en la familia, y una familia es por naturaleza hierárquica. Demanda paciencia con el hermano pequeño, y servicio serio del hermano mayor. Sitúa a las personas en una red de sentimiento, no de derechos...
Y esto de mi cosecha. Cuando queremos cambio por sí mismo, vienen los divorcios, cambios de vida, y ligados al consumismo. Esta sociedad moderna o posmoderna, nos quiere definir por lo que tenemos, no por lo que somos o valemos, y le da miedo aceptar criterios bajo los que unos son buenos en esto, otros en aquello.
Para esta sociedad todos somos consumistas y punto, y la vida consumista sin pasado ni presente es un abismo existencial que nos ha llevado a tener más neurosis y desequilibrio mental que nunca.

Así que ya estamos las dos arriba del árbol, en las ramas, ja ja ja. Pero si no te vas a las ramas no puedes ver el bosque, ¿no?

Silvia dijo...

vaya, he metido la pata, hierarchy es en inglés, en castellano es jerarquía... esto de vivir entre dos lenguas me está volviendo tonta en ambas.

Zinnia Muñoz dijo...

La igualdad es una falacia de la propiedad privada y la mejor herramienta de dominación consumista con que se rige el mundo de hoy. Cuánta razón tienes. Y me gusta mucho la idea de "fraternidad" como la planteas (o como la plantea Weaver), donde la jerarquía se ve necesaria y positiva. Qué tal una familia igualitaria con un crio de 5 años que quiere gastar el dinero del mes en una tienda de juguetes? Verdaderamente ridículo. La sociedad moderna siempre ha sido muy pero muy desigual, lo irónico es la de hoy predique la igualdad.

Qué ideas! Red de sentimientos...mmm... respeto, compasión, solidaridad, amor, ternura, (y los no bonitos)... No es acaso así como nos movemos?

Somos entonces un par de monos! Jejeje. Que bonita idea "si no te vas a las ramas no puedes ver el bosque", podría decir que esa frase resume mi vida!

Silvia dijo...

Sí, y con Cedric somos tres monos! Claro que mi hija mayor también es muy mona en los dos sentidos, en España mona es linda también.

El libro está en castellano, se titula claro, Las Ideas tienen consecuencias. Y barato no es. Qué rabia, porque yo lo saqué de la biblioteca. Es denso y no entiendo todas las partes, pero de repente engancho y es que siento que este hombre supo escribir los pensamientos intermitentes y no hilvanados que tengo sobre varias cosas. Ni siquiera sé tanto para saber si coincido del todo, pero valioso el libro lo es en muchos de sus análisis y descripciones de muchas de las enfermedades que nos acosan a la sociedad de hoy en día, y conste que el libro fué escrito al final de la II guerra mundial, así que imagina ahora qué peor vamos en lo que ya nos desvela Weaver.
Aquí hay un post y enlace a librería donde lo venden, también lo ví en la Casa del Libro
http://www.ciudadela.es/cream/?page=1&codigo=100051

Carol dijo...

Hola! He llegado hasta aqui a través del blog alternativo y me ha encantado lo que he leido. Me gusta (y con vuestro permiso me la adapto) vuestra costumbre de comentar las peliculas una vez vistas. La vision queda entonces mucho mas completa aportando cada uno su sensacion. Gracias familia!

Zinnia Muñoz dijo...

Con gusto Carol, gracias a ti por pasarte por acá. ;)